Espacios seguros, inteligentes y saludables para trabajar después de la contingencia sanitaria

Durante mucho tiempo el trabajo ha consistido en reunir a los empleados en el mismo lugar a la misma hora. Pero, actualmente, una serie de transformaciones catalizadas por el avance de las nuevas tecnologías, cambios en los valores culturales, en las expectativas de las nuevas generaciones, en la impredictibilidad de los mercados globales, en el agotamiento de los recursos naturales y en la explosión demográfica, están modificando las prácticas tradicionales.

Además, la contingencia sanitaria que ha venido a romper esquemas y paradigmas de la forma de trabajo en las oficinas. Ahora una gran mayoría de personas trabaja de forma remota como consecuencia de la emergencia sanitaria que todos conocemos.

Las grandes transformaciones de las últimas décadas han dado lugar a grandes cambios en la forma de trabajar y de concebir el espacio corporativo. Los desarrolladores de oficinas tienen grandes retos por resolver en los siguientes años.

La creatividad tendrá que ajustarse no sólo a la eficiencia, sino en cumplir lo que ahora parece la norma, como es la oferta de espacios seguros, inteligentes y saludables para trabajar.

Conceptos que bien pueden integrarse a los entornos corporativos, al coworking o a la oferta de espacios y servicios de trabajo por hora. Estos han ganado terreno en los últimos años y se puede decir que son pioneros en la idea del trabajo flexible.

En donde unos días pueden ser de presencia física en las sedes y otros de trabajo a distancia, esto no es exclusivo en los desarrollos de edificios considerados como oficinas.

Esta perspectiva en los espacios habitacionales como departamentos comienza a tomar fuerza.

Esta tendencia de incluir un centro de negocios dentro de las amenidades como atractivo para quienes busquen un espacio para vivir y trabajar. Además de otras formas que puedan llegar a surgir por los cambios en el estilo de vida que traiga consigo la emergencia sanitaria.

Aunque el desarrollo y promoción de espacios de trabajo ha sido uno de los más castigados dentro de la industria de los bienes inmuebles, no deja de ser uno de los sectores donde los inversionistas tienen una visión optimista para el mediano y largo plazo.

Para muchos, es una oportunidad, si se considera que una gran mayoría de propietarios de terrenos urbanos están dispuestos a negociar el precio en estos momentos, lo que ofrece un panorama de rentabilidad prometedor.

La tendencia de renta de espacios amplios, para un aforo reducido de personas que ayude a mantener la distancia entre trabajadores y la óptima adaptación para el teletrabajo, han arrojado proyecciones donde resultan en un incremento de 15% en el espacio de oficinas por empleado.

Sin embargo, expertos en el sector plantean una tendencia a la baja en los precios de alquiler con el fin de compensar la escasa demanda actual.

La crisis sanitaria se ha encargado de acelerar la tendencia de un sistema de trabajo híbrido donde sea natural seguir haciendo home office intercalado con trabajo presencial en espacios corporativos mejor aprovechados.

Es decir, para las empresas ya no se tratará sólo de espacios, deben superar la idea de crear un simple entorno físico para ofrecer ambientes que sumen experiencias de valor y logren el compromiso de los empleados a través de la innovación, la productividad y la eficiencia.

La evolución de las formas de trabajar y por ende del espacio de trabajo, ha estado estrechamente ligada a la tecnología, a las formas de producción y hoy a las medidas sanitarias que deben observarse como consecuencia de la emergencia sanitaria que vivimos actualmente.

Este fenómeno ha obligado a las organizaciones a realizar cambios en sus espacios que les permitan mantenerse efectivas en el mercado, bajar los costos e incrementar al mismo tiempo la productividad.