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Venta inmobiliaria; timadores usaban supuestos remates

Venta inmobiliaria; timadores usaban supuestos remates

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La familia Casoluengo fue defraudada cuando intentaban hacerse de un patrimonio. Compraron tres departamentos en distintos puntos de la Ciudad de México, pero estos nunca les fueron entregados. Fueron engañados con la supuesta venta de remates inmobiliarios.

Fue en 2015 cuando un miembro de la familia Casoluengo animó a sus dos hermanas a acercarse a una empresa de nombre Integra. Él había adquirido un inmueble en la colonia Roma con dicha empresa a un costo inmejorable porque se trataba de un remate inmobiliario.

Fue así como las mujeres conocieron a la compañía propiedad de María Elizabeth Vargas Martínez, ubicada en Euller 152, Piso 5, colonia Chapultepec Morales.

La empresa Integra les ofreció un departamento, el cual debían pagar al contado, ubicado en Agustín Melgar 26, Departamento 4, colonia Condesa. Era una ganga, ya que el precio era menor a un millón de pesos. El 10 de abril de 2015 las Casoluengo cerraron el trato por la cesión de derechos litigiosos y adjudicatarios por dicho inmueble. Para ello, utilizaron  una herencia de su madre y su padre, quien cooperó con una indemnización del IMSS.

Las empleadas de Integra Alejandra Rodríguez y la empleada de la Notaria 66 del Estado de México, Teresa Estrada, fueron a su oficina el 29 de abril donde recibieron tres cheques, uno de 90 mil, otro de 219 mil pesos y otro por 591 mil pesos.

Las hermanas sabían que recibir el departamento tardaría meses ya que estaba en litigio, pero estaban contentas. Aprovechándose de eso, el 13 de mayo de 2015, Alejandra Rodríguez, les ofreció a las hermanas una nueva cesión de un inmueble ubicado en Oklahoma 153, colonia Nápoles, diciéndole que era una oportunidad única y ofreciéndolo por 850 mil pesos.

El precio también era inmejorable, pero aun así dudaron. El 9 de junio de 2015 las convenció y ellas transfirieron 85 mil pesos por concepto de anticipo. Pero lasdudas seguían y como no habían liquidado las mismas empleadas acudieron el 16 de junio de 2015 a la oficina de una de las víctimas donde la convencieron de realizar una transferencia por 765 mil pesos.


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A PARTIR DE ESE MOMENTO TODO CAMBIÓ.

Posterior a estos hechos, cada mes, hablaron a la empresa con Alejandra Rodríguez quien les dio largas. El 20 de julio de 2016 una de las hermanas y su familia fueron informados que la empresa se cambió a Darwin 32, Despacho 801, Octavo Piso, colonia Anzures, sin embargo en ese lugar no contestaban teléfonos por lo que la víctima acudió el 10 de agosto pero no había ningún empleado con jerarquía para dar información.

No obstante, la situación en la que estaban sus hijas, su padre, un hombre de la tercera edad, decidió comprar un tercer departamento ubicado en Patricio Sanz 1547, colonia del Valle. La compra se hizo con la empresa Operadora de Remates Rabah Rabah, propiedad del mayor defraudador inmobiliario de la Ciudad de México, Alejandro Jalil García Monreal, por el monto de 664 mil pesos.

Ambas empresas se dedican a vender cesiones de derechos litigiosos de inmuebles y al final todo resulta ser un fraude. Estas empresas en realidad nunca tienen los derechos de los departamentos, pero los venden y cuando las demandas les llegan al cuello se mudan a otro edificio y le cambian el nombre a la empresa.

En el caso de Integra, cuyo nombre oficial es Comercio e Industria Polanco México, SA de CV, mudó sus oficinas a la calle Andrés Bello 45, Piso 26, colonia Polanco donde ahora opera como “Comercializadora de Activos Patrimoniales” o CAP.

Por lo que hace a los dos fraudes cometidos por Integra se inició la carpeta de investigación CI-FMH/MH-4/UI-1S/D/01908/09-2016 quienes denunciaron en septiembre de 2016. Hasta la fecha la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México no ha podido dar solución a las hermanas.

Aunque la familia Casoluengo acudió a denunciar el hecho en la Fiscalía de Delitos Financieros de la PGJ les explicaron que “había cola” para cobrarle a Alejandro Jalil García Monreal y les dijeron que no tenían muchas esperanzas, el fraude fue por 600 mil pesos.

Días después de cometer el fraude, García Monreal, quien saltaba de oficinas, fue detenido y actualmente está preso en el Reclusorio Norte.

Fuente: Excélsior

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