El patrimonio corre riesgo ante desastre
El Centro Histórico y Xochimilco, dos de los lugares más emblemáticos de la Ciudad de México, afrontan grandes retos a 30 años de que obtuvieron las respectivas declaratorias como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El primer cuadro de la capital del país está amenazado porque sus edificios han cambiado de vocación y eso podría ser factor en un nuevo sismo; la zona chinampera afronta inundaciones y contaminación.
Tras los sismos de 1985 edificios del Centro Histórico quedaron dañados y cerca de 200 se encontraban en situación de riesgo. Si bien ninguno se derrumbó el pasado 19 de septiembre, sí se agravaron los daños y puso una vez más en la discusión pública la situación de deterioro de los inmuebles que siguen habitados.
Mariano Leyva, titular del Fideicomiso del Centro Histórico comentó sobre las afectaciones por el sismo del pasado 19 de septiembre.
“Con este nuevo sismo nos ponemos frente a un espejo. Nos dimos cuenta de que no se cayeron edificios pero no significa que no estén dañados; algunos tienen secuelas desde 1985, pero otros no tienen el uso adecuado, dijo Mariano Leyva, titular del Fideicomiso del Centro Histórico.
Peor que un sismo es un edificio que no está habitado, que es bodega. Tenemos que darle otro giro, que (el centro) no sea totalmente comercial sino más social y habitable, para que se mantengan los edificios”, puntualizó.
Esta situación se agudiza más en las zonas como La Lagunilla y la zona oriente, donde siguen habitadas algunas vecindades que se encuentran en estado ruinoso y se registran altos índices de delincuencia.
Hay inmuebles sin dueño, que se quedaron en algún punto muerto de un juicio. En otros sí se tienen dueños que tienen recursos pero no les interesa invertir y ahí debe entrar el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”, destacó Leyva.
En otros que sí están habitados, se les debe apoyar a mejorar las condiciones mediante exenciones fiscales. Así inició hace 20 años la revitalización del Centro”, aseguró el funcionario.
Para el funcionario la recuperación del Centro siempre será un proceso inacabado en el que se debe ir avanzando calle por calle, manzana por manzana y regresar a aquellas zonas recuperadas para darles mantenimiento.
Es un proceso en el que se debe involucrar a la población, a la iniciativa privada y sobre todo, a la administración pública.
Para Jesús González
Schmal, titular de la Autoridad del Centro Histórico, el repoblamiento del primer cuadro es una condición inaplazable para su recuperación.
“Tras el sismo de 1985, el centro llegó a ser un lugar deprimido, oscuro, peligroso, inhabitable y salvo en determinadas áreas, no accesible al común de la gente. Hoy es radicalmente distinto.
“Se entiende que la sociedad tiene que vivirlo y debe ser un Centro Histórico vivo, por eso tenemos proyectos para vivienda popular.
“El INVI tiene varios terrenos en el centro. La zona de San Pablo, hacia el sur, se va a demoler para construir vivienda de interés social de calidad. La gente que vive ahí no se va, se queda a vivir ahí”, destacó González Schmal.
Para el funcionario, la entrada en vigor de la nueva Constitución permitirá que esa dependencia tenga mayores atribuciones y poder ejecutivo.
XOCHIMILCO, EN RIESGO
Xochimilco es único en el mundo. Para ganar terreno al Lago de Texcoco, los mexicas practicaron la técnica que a 700 años de distancia sigue siendo utilizada: la chinampa.
Se trata de un entramado de troncos y ramas construidos en la orilla del islote, que una vez compactados formaban un nuevo trozo de tierra. Las chinampas, que permitían cosechas abundantes, se convirtieron en terreno firme para expandir la Ciudad.
Se adoptaron en varios puntos, sin embargo sólo subsisten en Xochimilco y Tláhuac y se calcula que aún 2 mil 500 hectáreas (de las 7 mil 500 de la zona patrimonial) están cubiertas por chinampas, amenazadas por las inundaciones y la contaminación.
El 11 de diciembre de 1987 Xochimilco y el Centro Histórico fueron declarados Patrimonio Cultural por la UNESCO.
De acuerdo con Erasto Ensástiga, Coordinador de la Autoridad de la Zona de Patrimonio Mundial en Xochimilco, de las decenas de miles de chinampas que llegaron a existir subsisten 3 mil 500 chinampas que están vivas, es decir, se mantiene la producción agrícola, y hay hasta 17 mil que se pudieran reactivar.
“La UNESCO nos está asesorando para generar un Plan Integal de Manejo de la Zona Patrimonial. Nos enfrentamos, sin embago, al problema de que ya cada vez menos gente se quiere dedicar a la agricultura.
“Con el Consejo Consultivo podremos sentar a todas las instancias que están involucradas en la zona patrimonial y que a la fecha actúan cada una por su cuenta, las delegaciones Xochimilco y Tláhuac, Sederec, Sacmex, Sagarpa, Conagua, Corena, Conafor, y otras más”, destacó Ensástiga.
Este año ha sido especialmente difícil para la zona chinampera. Entre julio y agosto hubo importantes inundaciones y se registró la rotura de diques y bordos provocando la pérdida de cosechas y empeoró la ya frágil economía de los productores.
Se perdieron cosechas de hortalizas, de flor de cempasúchil, y se puso en riesgo la de nochebuenas.
En el sismo del 19-S se fracturaron bordos, se mezclaron aguas negras con el líquido de las chinampas, hubo corte en el suministro de agua a zonas agrícolas, por la agitación de las aguas se inundaron las chinampas, y se registraron pérdidas totales de viviendas de productores.
El Gobierno de la Ciudad de México destinó 98 millones de pesos para esa zona. De este monto, 42 millones son para la reparación de las chinampas dañadas, 50 millones para reparar bordos y sistemas de bombeo. El resto es para ayuda directa a los productores.
“No existe en el mundo un lugar con las características de esta zona patrimonial, tan cerca de una zona tan caótica, con tantos problemas, por eso vale la pena conservarla”, señaló Ensástiga.
Fuente: Excélsior
