La arquitectura y los beneficios de las nanopartículas de cobre que eliminan virus y bacterias
La tecnología todos los días avanza, generando desarrollos en beneficio de las personas. Ahora, gracias a la nanotecnología se crean soluciones como la línea de productos BIO-CER Ceramic, que se alcanzó a través de una colaboración entre Mauricio Méndez (Director Industrial) y Jenny Morales (Gerente Técnico LATAM) de Cerámica San Lorenzo-Grupo LAMOSA, en un co-desarrollo con Nano Quantum Group SpA.
El resultado de este desarrollo es una capa protectora capaz de erradicar considerablemente los agentes infecciosos, creando espacios arquitectónicos desinfectados y libres de amenazas.
La tecnología desarrollada para la línea de productos BIO-CER Ceramic se basa en la alta liberación de iones generados por el cobre en estado metálico, produciendo radicales libres con alta capacidad biocida (virus, bacterias, hongos y levaduras) incluso actuando contra microorganismos como el Coronavirus humano 229E, Influenza H1N1, Escherichia Coli, Candida Albicans, Staphylococcus Areus y Aspergillus Niger.
Esta tecnología funciona de forma directa, cuando la nanopartícula de cobre logra penetrar la membrana del microorganismo (típicamente bacterias) y una vez dentro, desencadena una serie de reacciones químicas y bioquímicas que desestabilizan el organismo.
De forma indirecta se relaciona con la actividad catalítica de la nanopartícula de cobre y su capacidad para liberar iones de cobre que a su vez atacan a los microorganismos.
Las aplicaciones generales del nanocobre van desde la producción de materiales y productos antibacterianos y antifúngicos, hasta nanoconductores y nanocatalizadores a partir de reacciones químicas.