Imponen nuevos retos a oficinas
Las oficinas están en constante cambio.
En los próximos 10 años, el 70 por ciento de los edificios que hoy existen podrían ser no funcionales.
Esto debido al desarrollo de inmuebles inteligentes.
En los próximos 30 años, el 70 por ciento de los puestos de trabajo serán nuevos o renovados, según especialistas de BOMA International (Building Owners and Managers Association International), Rob Brierley y Henry Chamberlair.
Es decir, la tecnología tendrá un impacto en la función de algunas vacantes.
Este cambio en el campo laboral también tendrá relación con los nuevos espacios de oficinas.
Para el director regional de la zona norte de Colliers International, el tema de la integración y el bienestar son parte fundamental de los nuevos desarrollos.
«Cada vez necesitamos mejores espacios para convivir y para estar relacionados en las nuevas formas de trabajo», dijo Sergio Reséndez.
El concepto de edificios inteligentes está relacionado con la tecnología con la que cuenta la construcción.
También con los diferentes espacios para relacionarse y los componentes de sustentabilidad, como el ahorro de energía y la reutilización del agua.
Otro aspecto que se toma en cuenta son los alrededores que hay en el edificio y los diferentes comercios que existen.
De acuerdo con Reséndez, prácticamente el 60 por ciento de los edificios de la Ciudad de México son de los últimos cinco años.
«En Monterrey es lo mismo, en los últimos cinco años es donde se han estado desarrollando los nuevos proyectos con nuevos conceptos», señaló durante la conferencia «Edificios Inteligentes, ¿Tendencia, Oportunidad o Reto?», organizado por Colliers International.
Los arrendatarios de oficinas buscan espacios donde haya flexibilidad, áreas comunes de trabajo, nueva tecnología, donde puedan crear comunidad y tener disponibles diferentes opciones de servicios.
El País tiene distintos ejemplos de cómo los desarrollos buscan integrar este tipo de amenidades, como Torre Reforma y Torre Mayor, en la Ciudad de México y Torre Koi y Torre Sofía, en Nuevo León.
Los desarrolladores no sólo deben conocer qué se busca en estos espacios actualmente, sino qué tipo de áreas se van a ofrecer en un futuro, aseguraron Brierley y Chamberlair.
Fuente: El Norte
