El cártel inmobiliario que atrapó a Mancera
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Al jefe de Gobierno en la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, le estalló una granada informativa a unos metros. Las pruebas mostradas en una investigación periodística publicada por La Silla Rotasobre cómo se han infiltrado los tentáculos de las voraces compañías constructoras dentro de su administración lo ha desnudado, mostrando los surcos que dejan los conflictos de interés.
El personaje clave responde al nombre de Simón Neumman Ladenzon, quien en 2003 creó la empresa constructora DEKAH ASOCIADOS. Tiempo después, en el año 2012 –ocho años más tarde- fue nombrado titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi). Es decir, Mancera nombró al frente de esa instancia a una persona que tenía negocios en la misma cartera.
Pero eso no fue todo. Al finalizar 2014, Neumman subió de puesto: se convirtió en asesor del jefe de Gobierno. ¿En qué podía aconsejarlo?, pues en temas de desarrollo urbano. En el 2016, el director de DEKAH ASOCIADOS era el hijo de Simón Neumman de nombre Eli Markus. Si hubo alguna cesión de acciones, aún no está reflejada en el Registro Público de la Propiedad, de acuerdo con los reporteros Paris Alejandro Salazar, Gloria Piña y Sandra Romandía.
Pero aunque existiese el cambio de acciones, eso realmente importa poco. El hecho es que la empresa fundada por Neumman y quizá operada por su familia es una de las constructoras más importantes. Este mismo personaje todavía funge como apoderado legal, tesorero o vicepresidente de otras compañías del mismo ramo como Conjunto Parnelli, Grupo Inmobiliario MOIS y BICYQ Inmobiliaria.
De hecho, en ésta última, el jefe de Gobierno apareció como representante legal. En el reportaje hay una maraña de no menos de una docena de empresas vinculadas entre sí ya sea por representantes legales, domicilios o dueños que, siempre de alguna manera, conectan con los intereses manejados por Neumman. Y, por si fuera poco, hay seis ex empleados de DEKAH y Baita –otra constructora- trabajando en el Gobierno capitalino o bien con contratos de servicios.
El otro fundador de DEKAH fue Fausto Ernesto Galván Escobar quien ha sido coordinación general dentro de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco). Él dijo haber cedido las acciones a su esposa para no caer en conflictos de interés. El Gobierno capitalino negó también que Mancera haya caído en conflicto de interés.
Desde la perspectiva oficial, siempre van a responder que lo descrito aquí fue legal y, lo peor, es quizá tengan razón. Las leyes y sus reglamentos están hechas para estirarlas hasta donde sea posible para cubrir con un manto de pureza o, como dicen ellos, “en estricto apego a derecho”, hechos como los plasmados en El Cartel Inmobiliario en la Ciudad de México.
Esto es uno de los principales problemas de México cuando se muestran posibles actos de corrupción o conflictos de interés: el sistema los valida. La gente mira pasmada cómo quienes ejercen el poder, sin importar partidos e ideologías, pueden tejer una maraña de negocios al amparo de la ley. Este tipo de trabajos periodísticos tiznan a los políticos cuando estallan, pero nunca los afectan en su carrera política. Seguro Mancera será Senador.
El PRD, la izquierda miope. El PAN, la derecha ciega.
Fuente: El Sol de México