Subsidios entregados para la vivienda cayeron 29%
Durante el 2017, el número de acciones de vivienda con subsidios fue cercano a 101,700, lo que significó una caída de 29% respecto a las 144,157 que se concretaron durante el 2016, según datos recientes de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), que depende de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Desde hace algunos meses, el titular de la Conavi, Jorge Wolpert Kuri, anticipó la caída en el número de acciones e incluso reconoció que la meta que tenían las autoridades de realizar 130,000 acciones con subsidio en el 2017 no se cumpliría, debido a recortes que se dieron durante el año anterior al presupuesto de este esquema.
De acuerdo con el reporte mensual de la vivienda publicado por la Conavi, que engloba datos de todo el 2017, durante el año anterior el programa de subsidios reportó un ejercicio de 4,618 millones de pesos, con los cuales se realizaron alrededor de 88,500 acciones de vivienda.
Adicionalmente, la Conavi aprovechó un proyecto institucional con recursos del 2012, para realizar 13,229 acciones de vivienda nueva con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
“Al cierre del 2017, el programa de subsidios a la vivienda reportó el ejercicio de 4,618 millones de pesos con los cuales se benefició a 88,500 hogares. Adicionalmente, mediante el aprovechamiento de un proyecto institucional implementado con recursos del ejercicio del 2012, se realizaron 13,229 acciones de vivienda nueva con el Infonavit”, explicó la Conavi.
“En total, las acciones realizadas por la Conavi en el 2017 permitieron a 101,700 hogares acceder a una solución habitacional”, agregó el organismo en dicho reporte mensual.
El presupuesto inicial para este esquema en el 2017 fue cercano a los 6,500 millones de pesos; sin embargo, durante el año tuvo ajustes que hicieron que esta cifra disminuyera.
“Hay que recordar que el presupuesto (para el 2017) empezó 35% abajo (respecto del 2016) (…) Además, para mantener una política económica y financiera sana, Conavi, como muchas instancias del gobierno de la República, sufrió un recorte en el transcurso del 2017 del orden de 1,000 millones de pesos”, explicó antes de que finalizara el año Jorge Wolpert Kuri, titular de la Conavi.
Asimismo, del presupuesto del 2017, 800 millones de pesos se utilizaron para colocar, con el impulso de los subsidios, vivienda que se encontraba atorada desde finales del 2016 y que por falta de recursos no se había colocado en el mercado.
“Eso bajó la meta en aproximadamente 11,000 acciones (de vivienda), que si bien fue recurso del 2017, éste se utilizó para vivienda del 2016, lo cual infló la dispersión de acciones del 2016, pero en realidad bajó las del 2017”, detalló en su momento Wolpert Kuri.
Los subsidios son los apoyos que otorga el gobierno federal para que una persona pueda acceder a una solución de vivienda; el monto máximo de este apoyo es cercano a los 70,000 pesos.
AUTOPRODUCCIÓN, CON MÁS DINAMISMO
En el 2017, si bien los subsidios para vivienda nueva fueron los que ocuparon un mayor porcentaje del monto total, es decir, 72.9% de lo ejercido esto es, cerca de 77,000 acciones, la modalidad de autoproducción tuvo un crecimiento significativo respecto del 2016.
Según la Conavi, la modalidad de subsidio para la autoproducción de vivienda fue la de mayor dinamismo en el 2017, al incrementarse 35% el monto ejercido en comparación con lo utilizado en el 2016.
“Los 957 millones 500,000 pesos asignados a esta modalidad (autoproducción) representaron 20.7% del total de recursos ejercidos en el año (2017). Cabe recordar que por sus características esta modalidad está orientada a atender las necesidades habitacionales de la población no afiliada”, explicó la Conavi.
Las otras modalidades, es decir, vivienda usada, mejoramiento y proyectos institucionales, apenas representaron en su conjunto 6.4% de lo ejercido durante el 2017, es decir, 295 millones de pesos.
La Conavi destacó que durante el 2017, los subsidios para la vivienda a mujeres aumentó 3.1 puntos porcentuales respecto a lo observado en el 2016.
Fuente: El Economista