Infonavit va por la transformación de unidades habitacionales
El organismo buscaría atacar de fondo el fenómeno de la vivienda abandonada y plantar una nueva visión en el tema de las casas recuperadas
Para atender el reto de la vivienda abandonada, la apuesta del Infonavit en los años venideros tiene que ver con la regeneración de conjuntos habitacionales. La meta será atender la problemática desde una visión integral, y rehabilitar no sólo las casas recuperadas, sino las unidades habitacionales para erradicar de fondo los elementos que propician el abandono.
De acuerdo con el subdirector general de Administración de Cartera del Infonavit, Bernardo Altamirano Rodríguez, la idea del Instituto es generar proyectos integrales y cambiarles la cara a conjuntos que hoy carecen de infraestructura, servicios y en términos generales se encuentran deteriorados.
En esa lógica, aseguró que la meta del organismo es dar un giro en la manera que se aborda el tema de las casas recuperadas. Con esta visión de regeneración urbana, el Instituto buscará garantizar que las viviendas que se recuperen puedan volverse a colocar en el mercado en optimas condiciones, con entornos de calidad, y eliminar el riesgo de abandono.
“Hoy en el Infonavit se está discutiendo con buena perspectiva y con buenos ojos, una serie de propuestas que estamos impulsando para replantear lo que se hace en materia de vivienda recuperada. Esto implicará un viraje importante al modelo de subastas y macrosubastas.
“Buscamos impulsar modelos de transformación de unidades habitacionales en aquellos fraccionamientos donde exista un número concentrado y consolidado de viviendas abandonadas/recuperadas que permita tener acciones de alto impacto. Y, en segundo lugar, regresar a modelos de venta individual de vivienda recuperada”, indicó.
Plan de acción
De acuerdo con lo explicado por el funcionario, para impulsar esta visión, el organismo identificaría los polígonos que son susceptibles de intervención. En este caso, como lo citó el Subdirector, conjuntos con un número de viviendas abandonadas/recuperadas por el Instituto que permitan tener margen de acción.
Una vez definido el polígono, el Infonavit realizaría, a través de terceros, un diagnóstico sobre la situación del conjunto habitacional. La intención sería identificar principales problemáticas.
Ya con este documento en mano, el organismo elaboraría un Plan Maestro, en donde se definirían las acciones a impulsar en cada polígono. Esto implicaría definir qué tipo de infraestructura le hace falta al conjunto. Incluso, identificar oportunidades de proyectos para generar valor y solventar así las intervenciones.
Es preciso destacar que en este caso, los proyectos se realizarían con la participación de privados. La idea sería asignar polígono por desarrollador, o bien, generar alianzas.
“Vamos a partir de un diagnóstico integral de los polígonos susceptibles de intervención; a partir de este diagnóstico, se va a elaborar un plan maestro participativo, el cual se va a elaborar entre la Sedatu, nosotros como Infonavit y el municipio que corresponda. Después, con mecanismos competitivos, se seleccionarán a los proveedores. Se pedirá al desarrollador que proponga el caso de negocio de cómo se va a comercializar; cómo se va a desplazar la vivienda; cómo se va a ampliar la explotación dentro de ese polígono que permita generar mayores recursos para la comunidad, y que sea un negocio rentable, y que esto permita destinar recursos para los programas de regeneración que correspondan”.
Trabajo local
En esta dinámica, el Subdirector señaló que la coordinación con las autoridades municipales será fundamental. Y es que, dijo, se necesitará agilizar procesos en proyectos que se tenga que realizar un cambio de uso de suelo, por ejemplo.
“Esta parte es fundamental; resulta indispensable que los municipios, que los acuerdos que estamos planteando con ellos y con la perspectiva y con la experiencia de los operadores in situ, aprovechemos para impulsar cambios al uso del suelo que permitan ampliar las explotaciones que amerite cada uno de estos fraccionamientos y cada uno de estos polígonos, para que revitalice la vida social a partir de un propio incentivo comercial y de desplazamiento de la vivienda”.
La intención, subrayó Bernardo Altamirano, es impulsar proyectos completos, que permitan generar valor y a partir de ahí, financiar las intervenciones.
“Si en común acuerdo establecemos con el municipio que vamos a cambiar una zona dentro de un fraccionamiento para transformarla de modelo horizontal a vertical, pues eso también replantea el alcance del negocio y la mejora de la explotación.
“Uno de los aspectos es diseñar estrategias de inversiones de negocios en locales, considerando las necesidades y oportunidades que se identifiquen, desde centros comerciales, servicios, en fin, muchos otros aspectos que son los que hay que poner sobre la mesa para que también permitan ampliar la explotación dentro de los polígonos que amerite”.
Prioridad 2020
El funcionario detalló que la intención del Instituto es comenzar en 2020 con esta nueva visión. Añadió que este temas es piroridad para el Infonavit en el año.
“Es un proceso evolutivo y progresivo, desde la perspectiva de ir enfocando el conocimiento adquirido y de ir viendo cómo van avanzando los diferentes fraccionamientos. Estamos buscando arrancar en los municipios de mayor concentración de vivienda recuperada, y estamos partiendo de convenios con los alcaldes o alcaldesas; estamos poniendo en blanco y negro compromisos muy específicos de qué es lo que van a hacer ellos en materia de reordenamiento del uso de suelo, de proyectos de servicios públicos y, de nuestra parte, lo que vamos a hacer con la vivienda; la Sedatu, desde el punto de vista de la regulación (…)
“Es el momento de transformar la industria de la vivienda recuperada y rehabilitada, hacia una visión de recuperación urbana y social. Sabemos que el viraje es difícil y va a ser, sobre todo, un poco lento en el momento en el que está arrancando”.
De acuerdo con declaraciones previas realizadas por Carlos Martínez, director general del Infonavit, en una primera etapa, el organismo tendría detectadas 170,000 viviendas son susceptibles de intervención. Estas unidades se dvidiríasn en 46 poligonos.
En este sentido, el funcionario expuso que la idea planteada “es concursar esos polígonos con la Iniciativa Privada para que algún empresario le entre a recuperar todo el conjunto completo. Ya no serán por pedacitos. Tienen que entrar a recuperar el espacio habitacional y el espacio público; incluso hacer un nuevo proyecto y en todo caso contemplar tirar estas casas, lo que corresponda, pero la idea es hacer una recuperación urbana integral de esos 46 polígonos iniciales”.
¿Qué hará el Instituto de Planeación?
El Instituto de Planeación se definió en la ley como un organismo público descentralizado, mas no independiente del gobierno local. Su tarea será conducir la planeación de la ciudad, así como crear y dar seguimiento a los instrumentos de planeación.
Aún carece de la ley orgánica que defina sus funciones y alrededor de 35 cargos; sin embargo, cuando entre en vigor la Ley de Planeación, comenzará a correr un plazo de 60 días para que quede integrada la institución.
El instituto estará conformado por:
- Junta de Gobierno.
- Dirección General.
- Directorio Técnico.
- Consejo Ciudadano.
- Oficina de consulta pública y participación social.
La Junta de Gobierno será el órgano rector del instituto y estará presidida por la jefa de gobierno. Además, estará integrada por los titulares de las secretarías de Finanzas, Gobierno, Medio Ambiente, Gestión Integral de Riesgos y Desarrollo Urbano, así como por tres integrantes del cabildo capitalino y siete consejeros ciudadanos, quienes serán elegidos por el Comité Técnico de Selección, formado por invitación de la mandataria local.
El instituto será el encargado de elaborar el Plan General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial, es decir, los instrumentos que definirán bajo qué criterios deberá desarrollarse la CDMX en el largo plazo.
¿Quién dirigirá el instituto?
Sheinbaum tendrá la posibilidad de influir directamente en la selección de quien estará a cargo de la Dirección General.
Esta persona será elegida de una terna propuesta por el Comité de Selección, que a su vez estará formado a partir de la convocatoria que lance la propia jefa de gobierno. El elegido deberá ser ratificado por el voto de tres cuartas partes de los diputados del Congreso capitalino y durará en el cargo cinco años, con la posibilidad de ser reelegido por tres años más.
Entre los candados para los aspirantes a dirigir instituto está el no haber sido candidato o haber ocupado un cargo de elección popular; también, no haber sido presidente nacional o estatal de un partido político en los últimos cuatro años.
¿Cómo se plantea el desarrollo a 20 años?
Para establecer esta visión, se plantea crear el Plan General de Desarrollo Urbano y el Programa General de Ordenamiento Territorial.
Plan General de Desarrollo. Definirá para el largo plazo las políticas de la ciudad en la materia y a él deberán sujetarse todos los programas y proyectos públicos, además de la programación y ejecución del presupuesto. Tendrá una vigencia de 20 años.
Deberá ser elaborado por el instituto, que lo mandará a la Jefatura de Gobierno. Será esta la que defina cómo participarán los ciudadanos para dar su opinión a partir de foros y propuestas.
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El plan deberá incluir criterios de ordenamiento territorial, bienestar social, economía distributiva, patrimonio de la ciudad, coordinación metropolitana, ciudad global, hacienda pública, derechos humanos y seguridad ciudadana.
Cuando se terminen de incorporar las propuestas ciudadanas, el plan será devuelto al instituto y después irá de regreso al gobierno, para finalmente ser sometido a votación del Congreso. Sheinbaum y los alcaldes capitalinos —con los instrumentos de planeación de sus respectivas demarcaciones— contarán con la ventaja de la afirmativa ficta, pues si en un plazo de seis meses no se discuten los documentos, estos se tendrán por aprobados.
Programa General de Ordenamiento Territorial. A través de él se regulará la ocupación y el uso del suelo de la ciudad. Contendrá las normas generales y los instrumentos del aprovechamiento del territorio. Establecerá los principios para el desarrollo sustentable en el suelo de conservación, así como el uso equitativo y eficiente del suelo urbano con una vigencia de 15 años.
¿Y habrá otros instrumentos de desarrollo?
Se suma a los nuevos instrumentos de planeación el Programa de Gobierno de la CDMX, que será elaborado cada seis años por quien ocupe la Jefatura de Gobierno. Deberá sujetarse al Plan General de Desarrollo y al Programa General de Ordenamiento Territorial.
Definirá los objetivos del gobierno central, y podrá revisarse y modificarse de ser necesario cada tres años.
También está el Programa de Ordenamiento Territorial de cada alcaldía, que tendrá la definición de los usos de suelo para delinear qué y cuánto se puede construir en cada demarcación. Esto último pasará de tener que ser aprobado por el Congreso a estar bajo control de los alcaldes.
El resto de los instrumentos de planeación son:
- Programas sectoriales, especiales e institucionales.
- Programas de gobierno de las alcaldías.
- Programas parciales de colonias, pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes.
¿Y qué fechas importantes vienen?
Con la ley ya aprobada, ahora las fechas a las que hay que prestar atención son:
- 1 de octubre de 2020: para ese día debe estar el Plan General de Desarrollo.
- 1 de enero de 2021: para esa fecha deben estar el Programa de Gobierno central y los programas de Gobierno de las alcaldías.
- 1 de octubre de 2021: para ese entonces deben estar el Programa General y los programas de Ordenamiento Territorial de las alcaldías.